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LA EDUCACIÓN EMPIEZA DESDE LA FAMILIA

El dicho "la educación empieza en la familia" abarca muchos más campos de los que se cree. Desde el nacimiento hasta entrar al colegio, los niños absorben una variedad de información de la llamada "célula de la sociedad", su familia.

El ser humano es, por naturaleza, un ser social. Los lazos que se construyen a lo largo de la vida influyen en el desarrollo de su comportamiento y personalidad, por ello es de suma importancia enfocarse en el primer ambiente que le brindará al infante las herramientas para lograr insertarse en la sociedad de forma satisfactoria.


La familia, punto de partida en el ámbito social


“La familia es, singularmente, una institución humana, simultánea-mente natural y cultural.” (Parada, 2010)

Como bien lo indica José Parada (2010), la familia es y sigue siendo un espacio elemental en el que se educará a los futuros miembros de la sociedad (p. 18). Este proceso de adquisición y aprendizaje de las diferentes costumbres, valores y comportamiento de las figuras paternas va a englobar diferentes ámbitos: el social y psicológico, que va a darse desde los primeros meses de vida del bebé; cultural, al interiorizar la idiosincrasia y los valores que son juzgados correctos; cognitivo y conductual, puesto que el comportamiento de los padres y familia cercana sirve de modelo al menor.


John Bowlby, la teoría del apego y desarrollo socioemocional


"Uno de los factores imprescindibles para el sano crecimiento del ser humano es la afectividad. No es suficiente satisfacer las necesidades fisiológicas o intelectuales, es necesario que el desarrollo afectivo también se de. La familia es la responsable de ello." (de León y Silió, 2010)

La teoría del apego explica la importancia que existe en la formación de vínculos socioemocionales con los padres o tutores en los primeros años de vida, y cómo esto va a tener un papel fundamental en el desarrollo social del niño. De acuerdo a Bowlby (1989, como se citó en López y Ramírez, 2017), por apego debe entenderse al proceso mediante el cual los niños forman un vínculo muy especial entre ellos y una figura protectora a la que consideran la más capacitada para enfrentar el mundo que los rodea y capaz de satisfacer sus necesidades, siendo estas de cualquier tipo: afectiva, física o de seguridad.


Bowlby plantea la existencia de cuatro diferentes e interrelacionados sistemas de conducta para la creación de su modelo de apego: el sistema de conductas de apego, el de exploración, el de miedo a los extraños y el afiliativo (Oliva, 2004). El forjamiento y constante mantenimiento a lo largo del tiempo, o por el caso contrario, el descuidado trato que reciba este vínculo durante la infancia, tendrán un notable papel en la construcción de la personalidad del infante.

Las futuras relaciones del niño, ya sea con su familia, amigos o pareja, dependerá de la clase de apego que desarrolle el menor durante su infancia. El apego puede ser de dos tipos: seguro e inseguro. Los niños que desarrollan el primer tipo de apego tienden a ser más seguros de sí mismos, con más facilidad para confiar en otros y tienen una imagen positiva de sí mismos. Por otro lado, los que desarrollan el segundo tipo de apego tienen dificultades para expresar sus emociones, buscan evitar situaciones sociales y la imagen que tienen de sí mismos es negativa.


La participación familiar en la educación

“Al usar el término “participación”, debe tenerse en cuenta que su uso implica también la relación con la palabra "democracia", es decir, todos los miembros involucrados deben intervenir y su opinión debe tomarse en cuenta al momento de la decisión”. (Sánchez, 2012)

Además de tener una participación activa en los organismos o asociaciones para padres de familias en los centros educativos en donde se encuentran inscritos sus hijos, también es necesario que el ambiente familiar sea un espacio de confianza y respeto mutuo. Es así que para poder crear un ambiente como el anteriormente señalado, es esencial que en el hogar se practiquen diferentes normas de convivencia y algunas estrategias de comunicación, por ejemplo: la escucha activa, claridad y concisión al hablar y ser asertivos unos con otros. Esto, de acuerdo a Brezinka (2003, como se citó en Sánchez, 2012), es muy importante porque es en el núcleo familiar dónde por primera vez se aprenden las pautas de comportamiento que deben seguirse para tener una vida tranquila y sin conflictos en el colegio, y posteriormente, en la sociedad.


La familia en la cultura: educar con amor

"La familia sirve como un contenedor de toda la herencia cultural: en ella se encuentran las costumbres, normas, usos populares y valores sociales; por medio de ella se transmiten de generación en generación." (Ruíz, 2004)

De acuerdo a Cristina Ruíz (2004), las familias, al ser las encargadas de transmitir las costumbres a través del tiempo tienden a crear "círculos de transmisión" que, de ser el amor lo que se enseñe, tendría resultados positivos para toda la descendencia. Sin embargo, si los círculos entregan una serie de malos valores (angustia, tristeza, depresión, miedo) o comportamientos cuestionables, ya sea el uso de la violencia para resolver conflictos o algún otro método y/o tradición que atente contra el buen ambiente de crianza que se necesita en una familia, Ruiz señala que la mejor opción en esos casos es la siguiente: detener los círculos viciosos que solo traen malestar a los miembros de la familia.


Ayudar a los demás a romper con estos círculos traerá una mejora en su salud mental y física. Pero además de ello, también será vital que conozcan y practiquen el lenguaje del amor que no les fue enseñado en el seno familiar. Poder experimentar este nuevo sentimiento a la hora de comunicarse con otros familiares traerá calma y paz al hogar, y con ello los miembros podrán enfocarse más en ellos .mismos. Una vez que suceda eso, será momento de desarrollar el amor propio, porque para que la sociedad se vuelva una mucho más humana, es de suma importancia enseñar y educar con amor.


Referencias

De León Sánchez, B. y Silió Sáiz, G. (2010). La familia. Papel que desempeña en la educación de sus hijos/as y posibles consecuencias en la forma de interaccionar de los adolescentes con sus iguales. Revista internacional de psicología del desarrollo y la educación, 1(1),327-333.

López, C., & Ramirez, M. (2017). Apego. Revista Chilena De Medicina Familiar, 6(1), 20-24.

Oliva Delgado, A. (2004). Estado actual de la teoría del apego. Revista de Psiquiatría y Psicología del Niño y del Adolescente, 4(1), 65-81.

Ruíz Ordoñez, C. (2004). El papel de la familia en la transmisión sociocultural y de la salud mental. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, (9), 0.

Parada Navas, J. L. (2010). La educación familiar en la familia del pasado, presente y futuro. Educatio Siglo XXI, 28(1), 17–40.

Sánchez, M. (2012). El papel de la familia en la educación. [Tesis de Magíster, Universidad Internacional de la Rioja].


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